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Las consecuencias del atractivo físico: Efecto Halo


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El efecto halo es un tipo de error de pensamiento (también llamado sesgo cognitivo) mediante el cual formamos una opinión general en base a una característica particular.


Los rasgos de una persona se van a ver influenciados por una característica positiva. Es decir, si nos gusta una persona tendemos a calificarla con características agradables aunque no tengamos mucha información sobre ella. Si una persona se muestra agradable, de forma automática también la consideraremos inteligente, sin haber hecho ningún tipo de comprobación.


Un gran ejemplo del efecto halo en acción es nuestra impresión general sobre celebridades. Si las percibimos como atractivas, exitosas y agradables, también tendemos a verlas como inteligentes, amables y divertidas.


Es un error muy común en la sociedad. Nuestra mente, ahorra tiempo y esfuerzo, buscando una interpretación de lo que vivimos de la forma más rápida posible. Este proceso es muy cómodo para nuestro cerebro, el cual busca un atajo para simplificar la realidad. Todos los prejuicios se forman bajo la ley del mínimo esfuerzo.


La variable que más evoca este efecto es el atractivo físico. No solo porque genéticamente estamos preparados para sentirnos atraídos por algo bello, sino que también no guiamos por la creencia de que " lo que es bello es bueno”. Esta tendencia tan habitual evalúa a los individuos atractivos más favorablemente por sus rasgos de personalidad o características que aquellos que lo son menos.


Edward L. Thorndike fue el primero en acuñar el nombre al realizar una serie de experimentos en los que se dio cuenta de que si alguien era percibido como atractivo, debido a sus rasgos físicos, también era percibido como exitoso, generoso o inteligente, sin ningún dato que lo respaldara.


Este efecto es tan potente que incluso se ha demostrado como los miembros de un jurado son menos propensos a creer que las personas atractivas puedan ser culpables de una conducta criminal.

El ámbito educativo también está sujeto a este tipo de sesgo. Los profesores pueden asumir que un estudiante con buen comportamiento también será inteligente, trabajador y comprometido.

Los vendedores se aprovechan del efecto halo para vender productos y servicios. Cuando una persona conocida por el público respalda un artículo en particular, nuestras evaluaciones positivas respecto a esa persona se prolongan a la percepción del producto en sí.

Todos los ámbitos de la vida están sujetos a este efecto. Los solicitantes de empleo pueden ser evaluados como más o menos inteligentes si el entrevistador los considera o no atractivos.


Sin embargo, este estereotipo puede ser un arma de doble filo. Mientras que algunos atribuyen cualidades positivas a las personas atractivas, existen otros que los consideran como vanos, deshonestos y manipuladores.


Al igual que sucede en el efecto halo invertido, en el cual si una persona o marca tiene un rasgo indeseable, posteriormente se considerará más probablemente que tenga muchos más puntos débiles. Esto se conoce también como "Devil Effect"


Juzgamos el carácter de una persona basándonos en su apariencia física y las cosas que le rodean. El efecto Halo es un juicio rápido, probablemente inexacto, pero que todos nos vemos influenciados por él. Tiene sentido tomar conciencia y saber en qué momento estamos juzgando debido a otras características, en lugar de hacer las consiguientes comprobaciones.

Ser consciente del efecto halo puede ayudarnos a la hora de decidir.

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