Nicole Liloia, psicóloga, entrenadora y escritora, define la zona de confort como una burbuja que proporciona seguridad pero que a la vez impide el cambio y el crecimiento personal. Es ese lapso de nuestra vida que nos proporciona comodidad y nos encierra para no probar y desarrollar nuevas habilidades o hábitos.
Si no estamos atentos, en cualquier momento de nuestra vida podemos caer en ello, y de hecho viene acompañada por sensaciones como aburrimiento, mediocridad, estancamiento, miedo, e incluso, depresión.
Principalmente crecemos a través de nuestras experiencias y de nuestros errores. Nuestra autoestima está fuertemente basada en la evaluación de nuestras propias habilidades y al no generar nuevas experiencias, no tendremos retos para poder alimentar nuestro crecimiento personal. Al eliminar las barreras de la zona de confort nos llevará a tener mayores expectativas, aumentar nuestras habilidades y tener una vida más satisfactoria en todos los sentidos.
Si te sientes aburrido, insatisfecho o infeliz, sientes envidia de quienes ya están en ese punto al que deseas llegar, te encuentras ansioso por si lo lograrás o no, o te encuentras soñando con una vida diferente, estás en la zona de confort.
Pero no te preocupes, romper con ese hábito es posible. Comienza a hacer las cosas que te gustaría hacer pero que por miedo o vergüenza no haces; ir a un nuevo curso, comer tú solo en restaurante, intenta hacer nuevas amistades… Cuando lo hayas hecho recompénsate y celébralo. Estás rompiendo con la burbuja del confort y abriendo un camino nuevo, lleno de posibilidades.